Claves para una buena presentación

Realizar una presentación en público es algo por lo que todos hemos pasado o vamos a pasar en cualquier momento de nuestra vida laboral o como estudiantes. Muchas veces, no somos conscientes de los errores que cometemos porque pasan desapercibidos por nosotros mismos. ¡Os mostramos las claves para realizar presentaciones de impacto!

Antes de la presentación

En primer lugar, debemos tener en cuenta cuál es nuestro objetivo: qué buscamos con la presentación. Por supuesto, saber qué mensaje vamos a comunicar y el tema sobre el que va a girar nuestra oratoria.

En segundo lugar, seleccionaremos los medios físicos y tecnológicos que vayamos a utilizar. Por ejemplo, puede ser una presentación en Power Point, Prezi o formato similar, pero estar combinada con elementos físicos que consideremos oportunos: como material de apoyo o un ejemplo práctico para nuestro auditorio. Si estamos presentando un producto, además de proyectar la presentación podríamos llevar el objeto para que los presentes puedan manipularlo. 

Por último, el ensayo. Ensayar solos, mirándonos a un espejo para ver todos los movimientos que estemos realizando. Esta parte es muy importante, ya que, a medida que gesticulemos o nos apoyemos con las manos haciendo énfasis en algunos temas asociaremos el movimiento corporal con la temática. De este modo, será mucho más fácil recordar lo que íbamos a decir.

¿Cómo realizo mi presentación?

Hay muchas formas de presentar, pero la estructura de la presentación tiene que ser siempre coherente con el contenido de la misma y con la personalidad de su orador.

Nosotros te recomendamos que la realices de la siguiente manera:

1. Preséntate. El público quiere conocerte, diles quién eres y de qué les hablarás. No vale hacer un resumen, sino un titular llamativo que de pie a la curiosidad.

2. Motiva a tu auditorio. Una frase de impacto que les deje a todos en ascuas, relacionada con el tema, por ejemplo. Dales un motivo por el que estar atentos a tu exposición. Puede ser una cita de alguien ilustre, una adivinanza, una pregunta, etc. La finalidad es llamar su atención y que se queden fijos a cada uno de tus movimientos.

3. El contenido. Tenemos que tener en cuenta el tiempo asignado y el tema a presentar. Debemos ajustar el contenido a los tiempos, y a la comprensión del auditorio. Si el tema expositivo presenta mucha dificultad por sus tecnicismos pero nuestro público es experto, no habrá problema en utilizar un lenguaje técnico y especializado. En cambio, si nuestro público no es experto en el tema que vamos a tratar, tendremos que adaptarnos y ajustar los tecnicismos para los conceptos clave e ir exponiendo ejemplos que ayuden a su comprensión. En definitiva, el contenido tiene que ser claro y conciso.

4. Motivación final y cierre. Se trata de volver al punto dos y recuperar la atención de aquellos que se han despistado. Podemos hacer referencia a cómo comenzamos la exposición o volver a un punto donde habíamos buscado la conexión del auditorio. Y, finalmente, cerramos nuestra exposición con un ejemplo o cita célebre, y un “gracias”. En este punto caben las preguntas.

Reglas de superviviencia ante una presentación

• Seguridad. Tienes que ser una persona segura y tener confianza en ti mismo, saber que lo que vas a realizar está bien.
• Autocontrol. Destaca tus fortalezas, no muestres tus puntos débiles. No hay necesidad de ponerse nervioso.
• Conocimiento del tema. Este aspecto es clave, debemos conocer el tema para tener seguridad y autocontrol. Aunque no seamos expertos, en ese momento, tenemos que serlo o parecerlo.
• Empatía e interacción con el auditorio. Al final, todos somos personas y tenemos sentimientos. Captar la atención con mensajes impactantes que hagan que nuestro público se sienta identificado, será muy satisfactorio.

Durante la presentación

Para que nuestra presentación goce de calidad y dinamismo deberemos aplicar las reglas anteriormente expuestas.

Además, tenemos que tener cuidado con los gestos que realizamos. No es que esté prohibido moverse, ni mucho menos, pero tenemos que acompañar esos movimientos espontáneos o ensayados de contenido conceptual.

Es muy importante mirar a nuestro auditorio, así que, tendremos que fijar tres puntos clave para que todas las personas sientan que las estamos mirando.

Las expresiones que utilicemos dependerán de nuestra temática y de nuestro público. Si estamos presentando un producto ante un comité de directivos que acabamos de conocer, quizá las bromas o ciertas expresiones sobran. En cambio, si estamos ante un grupo de reducidas personas con las que ya tenemos relación profesionalmente, podemos incluir alguna broma o anécdota.

Después de la presentación

Debemos autoevaluarnos y hacer una crítica constructiva de nosotros mismos. Si tenemos la opción de que la presentación ha sido grabada, aprovechemos el vídeo para examinar nuestros movimientos y expresiones. Con el fin de no volver a cometer fallos y reforzar los puntos que hemos realizado correctamente.

El mundo de las presentaciones es apasionante y muy diverso. Cada persona tiene sus propios trucos, cada temática presenta sus propias pautas, y cada auditorio tiene un nivel de comprensión diferente. No existe una ciencia cierta para desarrollar unas pautas fijas que sirvan para todas las presentaciones a nivel global. Cada exposición es una nueva aventura a la que enfrentarse y sirve para superarnos a nosotros mismos.

¿Os han parecido útiles las claves para una buena presentación? En 20milproductos estamos seguros de que las vais a aplicar correctamente y os servirán para presentar vuestro próximo proyecto. ¡Cuéntanos cuáles son tus trucos para presentar! Te esperamos en nuestras redes sociales.