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La mejor selección de barnices protectores de pinturas óleo, acrílico, acuarelas, guache... Disponibles en formato spray y para uso escolar. Ayudan a fijar la pintura, conservándola durante más tiempo y protegiéndola de la luz y la temperatura. Podrás conseguir diferentes acabados, como el brillante o envejecido. No te olvides de utilizar los pinceles adecuados para extender el barniz.
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El barniz es un material normalmente fabricado a través de la disolución de diferentes aceites que tiene como finalidad ser aplicado sobre una superficie para aportar brillo, luminosidad y protegerla de agentes externos.
Uno de los usos más comunes que se le da a este material es el de su aplicación sobre madera, con el objetivo de renovar y/o restaurar muebles que se encuentran afectados por el paso del tiempo o que simplemente se les pretenda dar un nuevo estilo. También puede ser especialmente útil para aquellos muebles que se encuentran en el exterior y sufren más las consecuencias de los agentes meteorológicos, los hongos, las plagas, los insectos, entre otros.
También, el barniz es un imprescindible dentro de los materiales artísticos. En el mundo de las manualidades se emplea en diversas actividades, siendo las más comunes las de la finalización de cuadros y pinturas para mejorar su aspecto, así como sirven para aportar protección a la obra. Normalmente, este producto se utiliza sobre superficies de madera o de metal.
El barniz es utilizado principalmente para potenciar el color de la base donde se aplica, proporcionar una mejor resistencia y duración a la obra, además de sellar su superficie y embellecerla.
Son muchos los tipos de barniz que se pueden encontrar a día de hoy en el mercado. Estos son los principales tipos de barniz que hay y los principales usos que se les puede dar a cada uno de ellos.
Según su finalidad se pueden diferenciar dos tipos de barnices principalmente:
- Barniz acrílico: el barniz acrílico o barniz en agua, es un imprescindible en cualquier mesa de artista. Una de sus características principales es su gran capacidad para disolverse en agua. No es tan resistente como otro tipo de barnices pero soporta de manera óptica el paso del tiempo. Por ello, resulta de gran utilidad si lo que se pretende es proteger pinturas y otras obras de arte, así como para restaurar obras antiguas.
- Barniz sintético: este tipo de barniz es el más utilizado para tratar muebles. Se caracteriza por su acabado liso. Entre sus características principales se pueden destacar su alta resistencia y dureza. Este tipo de barniz suele ser utilizado principalmente en muebles que se encuentran en el exterior para protegerlos de las agresiones externas del clima al que se ven expuestas puertas, ventanas, contraventanas, etc.
Según el modo de aplicación del productos podemos diferenciar dos tipos de barniz:
- Barniz en bote / botella: el barniz que viene en este tipo de envase es el más común y el que se ha utilizado tradicionalmente. Para su aplicación será necesario disponer de un pincel para poder extender el producto sobre la superficie que se desee.
Se puede utilizar cualquier tipo de pincel para extender el barniz, aunque recomendamos utilizar una brocha plana cuyas dimensiones se ajusten a la superficie que pretendamos cubrir.
- Barniz en spray: aunque el barniz en bote es la opción más fácil de encontrar en el mercado, este tipo de difusor en aerosol es cada vez más común de ver en las tiendas. Este tipo de aplicación asegura que el producto se distribuya de manera uniforme. También supone un ahorro de producto ya que no se desperdicia tanto como en el caso de un barniz en bote. Otro punto a favor es la velocidad en la que se seca, siendo mucho más rápido.