Tipos de grapadora para oficina

Mientras sigamos usando el papel, las grapadoras seguirán al pie del cañón manteniendo nuestras pilas de documentos unidas y nuestros paquetes cerrados.

Una gran variedad de grapadoras para oficina vienen en diferentes colores, formas y tamaños, pero lo que más las diferencia es la cantidad de hojas que pueden perforar con sólo un clachun (su famoso sonido de grapado).

Las eléctricas, por ejemplo, funcionan sin un gran esfuerzo manual, mientras que las portátiles puedes guardarlas en tu bolsillo. Y así una gran variedad de utilidades de este ayudante de oficina que te contamos a continuación.

Características generales de las grapadoras de oficina

Las grapadoras son la herramienta estrella cuando se trata de organizar documentos. Unir, compilar archivos importantes o cerrar paquetes, son algunas de las utilidades que nos brindan y nos permiten agrupar los documentos para guardarlos en cajas archivadoras.

Cada una se diferencia de las otras en ciertos aspectos, pero, en general, existen detalles que las hacen insustituibles, allí donde aún se utilizan documentos físicos.

La mayoría se caracterizan por tener:

  • Capacidad de grapado de entre 30 a 200 hojas a la vez, dependiendo de su tamaño y resistencia.
  • Tecnología anti-atascos que permite un grapado suave y rápido.
  • Un empujador con un agarre ergonómico y de esfuerzo reducido o una palanca adaptada, para evitar molestias o cansancio en las manos.
Grapadora de oficina

¿Cuáles son los tipos de grapadora que existen?

Si necesitas grapar regularmente y no sabes cuál es el tipo de grapadora que más te conviene, en las tiendas de papelería online puedes encontrar la que se adecúe a tu volumen de trabajo.

  • Grapadoras de bolsillo

Son grapadoras pequeñas y manejables, por lo que son la opción ideal para llevar a cualquier parte y no tener que cargar con una más pesada.

  • Grapadoras de sobremesa

Son las que más se utilizan en oficinas, porque cuando se trata de grapar documentos de bajo volumen, cumplen muy bien su función.

Te permite grapar 20 hojas aproximadamente con un solo «clachun», y el tamaño portátil de algunas hace posible llevarlas hasta en el bolsillo de tu pantalón; incluso cuentan con manijas que se abren 180 grados.

  • Grapadoras de tenaza

Otra de las grapadoras para oficina más populares son las de tenaza; aunque también son perfectas en almacenes, gracias a que pueden grapar grandes cantidades de papel e incluso cajas de cartón. Llegan a rincones en los que una grapadora de oficina estándar no puede llegar.

  • Grapadoras de eléctricas

Otro grapado disponible en cualquier tienda de papelería online o física, son los eléctricos o grapadoras automáticas. Como su nombre sugiere, dependen de energía eléctrica o de una batería cargada para funcionar.

Su funcionamiento representa menos tensión para tus manos y, sobre todo, mucho tiempo ahorrado, pues además de su rapidez de grapado cuentan con tecnología que evita los atascos o esas grapas dobladas que rasgan el papel.

  • Grapadoras de alta capacidad o de grueso

Puedes encontrar este tipo de grapadoras con diferente nombre: grapadora oficina gran capacidad o grapadora de grueso. Son grapadoras más robustas que las convencionales y tienen una gran profundidad de inserción. Ideal para grandes pilas de documentos de entre 30 a 240 páginas.

  • Grapadoras de brazo largo

Otra grapadora de oficina muy útil es la de brazo largo. Al igual que las anteriores, estas también cuentan con una gran profundidad de entrada de papel que las hace ideales para encuadernar libretas, folletos y cuadernos.

A continuación puedes ver una imagen de cada uno de los tipos de grapadoras:

Grapadora de bolsillo Petrus Bambina 202
Grapadora metálica de sobremesa Q-Connect
Grapadora de tenaza Q-Connect
Grapadora eléctrica Petrus WOW E-310
Grapadora de gran capacidad Q-Connect
Grapadora de brazo largo Q-Connect

Tipos de grapas y sus medidas

La grapadora que elijas es la que te dirá cuál es el tipo de grapa que necesita para funcionar. Si tienes dudas al respecto, no te preocupes, pues la mayoría lo indican en su parte inferior.

Por ejemplo, si al verificar encuentras un 23/6, el primer número se refiere al tamaño de la grapa, y cuanto más pequeño sea este valor más grande será la grapa. Por su parte, el segundo número se refiere a la longitud de las patas de la grapa.

Con un tipo de grapa 23/6 podrías grapar perfectamente entre 2 y 20 hojas de papel.

En esta imagen puedes ver los diferentes tipos de grapas, su longitud y capacidad de grapado:

Imagen del tipo de grapa, su longitud y su capacidad de grapado.

¿En qué fijarse para comprar una grapadora de oficina?

Aunque para algunos comprar una grapadora parezca una obviedad o un asunto sencillo, si deseas una herramienta que te ofrezca un grapado limpio en tus documentos y cómodo para tus manos, esto es lo que debes tener en cuenta:

  • Conocer la capacidad de grapado (lo puedes verificar en su parte inferior) y el tipo de grapado.
  • El mecanismo de agarre.
  • La profundidad de entrada del papel.
  • El material con el que ha sido fabricada, por ejemplo, las de metal tienden a resistir mejor las altas cargas de trabajo.

Estos detalles, además del precio, debes tenerlos presentes al momento de buscar material de oficina barato online, a fin de hacerte con un grapado limpio, sin atascos, ergonómico para tus manos y, sobre todo, económico para tu bolsillo.

Puedes encontrar grapadoras de diferentes marcas; siendo las más conocidas las siguientes:

  • grapadora El Casco: con un diseño metálico muy característico
  • grapadoras Petrus: la marca de referencia en el mundo de las grapas
  • grapadoras Rapesco: con una gama muy variada de colores
  • grapadoras Rexel: expertos en grapado a nivel profesional
  • grapadoras Q-Connect: gran variedad al mejor precio

Otros productos que no pueden faltar en tu oficina

Además de la grapadora oficina también necesitarás quitagrapas o extraegrapas para quitar las grapas en tus hojas de papel fácilmente y sin estropearlo así como una destructora de papel para destruir todos aquellos documentos que, según la ley de protección de datos, hay que destruir.